Planes de movilidad sostenible: nuevo eje de competitividad en la empresa responsable

En plena transformación hacia una economía más sostenible, empresas y administraciones se enfrentan al reto de reducir su huella ambiental sin perder eficiencia ni competitividad. En este contexto, los Planes de Movilidad Sostenible al Trabajo (PMST) se han convertido en una pieza clave para alcanzar esos objetivos. Su función es gestionar y optimizar los desplazamientos laborales, promoviendo formas de transporte más responsables, seguras y accesibles.

Desde Impulso by Pons llevamos años acompañando a organizaciones públicas y privadas en el diseño e implantación de estos planes a través de nuestra metodología propia, MORE® – Movilidad Responsable, una propuesta integral que combina análisis técnico, participación interna y cumplimiento normativo.

¿Qué es un Plan de Movilidad Sostenible al Trabajo?

El propósito de los PMST es sencillo, pero ambicioso: transformar la movilidad diaria de miles de personas para reducir emisiones, mejorar la calidad del aire, fomentar el bienestar y contribuir al cumplimiento de compromisos en sostenibilidad. Pero su valor no se limita a los beneficios ambientales. También generan mejoras directas en el clima laboral, la salud, la eficiencia operativa y la imagen corporativa de las organizaciones que los aplican.

Actualmente, el transporte representa cerca de una cuarta parte de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. En los días laborables, los desplazamientos al centro de trabajo pueden llegar a suponer hasta el 40 % de los viajes urbanos, lo que evidencia su peso específico dentro del sistema de movilidad. Por ello, actuar en este ámbito es una de las decisiones más efectivas que pueden tomar las organizaciones comprometidas con la sostenibilidad real.

A nivel de regulación, la evolución ha sido clara: los PMST han pasado de ser una recomendación a convertirse en una exigencia legal en muchos territorios. El principal ejemplo es el proyecto de Ley de Movilidad Sostenible que se tramita actualmente en el Congreso, que contempla la obligatoriedad de disponer de un plan para todos aquellos centros de trabajo con más de 500 empleados o más de 250 por turno. La futura normativa también apunta a que esta obligación se extienda a grandes generadores de movilidad, como parques empresariales o áreas logísticas, siempre en coordinación con las administraciones competentes.

Este nuevo marco exigirá que los planes incluyan, al menos, un diagnóstico del comportamiento de movilidad del personal, propuestas concretas para reducir el uso del vehículo privado, medidas de fomento del transporte colectivo, la movilidad activa o el teletrabajo, así como un sistema de indicadores que permita hacer seguimiento periódico de los avances.

Cataluña y País Vasco, ejemplos de éxito en la aplicación de los PMST

El desarrollo normativo no se limita al ámbito estatal. Algunas comunidades autónomas ya han adelantado esta exigencia y disponen de regulaciones específicas. En Cataluña, el Decreto 132/2024 establece la obligación de implantar un Plan de Desplazamiento de Empresa en todos aquellos centros con más de 500 personas trabajadoras, o más de 250 por turno, y también para los que superen las 200 personas si están ubicados en zonas con altos niveles de contaminación atmosférica. El plan debe elaborarse en un plazo máximo de 12 meses, con participación activa de la plantilla y revisión bienal por parte de las autoridades competentes.

En el País Vasco, la Ley de Sostenibilidad Energética de 2019 obliga a implantar estos planes a centros con más de 100 personas por turno, incluyendo personal externo y subcontratado. La norma pone el foco en la necesidad de facilitar el acceso al trabajo a través de transportes públicos o modos alternativos más sostenibles. Por su parte, Navarra fue pionera con la Ley Foral de Cambio Climático y Transición Energética, que impone la elaboración de planes a empresas con más de 200 empleados, grandes superficies y determinados polígonos industriales.

Más allá de la legislación, los PMST se han consolidado como una estrategia eficaz para generar valor en múltiples dimensiones. Las organizaciones que los adoptan reducen costes operativos asociados a desplazamientos, aparcamientos o absentismo, mejoran su reputación y responden a las exigencias ambientales de clientes, socios y mercados cada vez más exigentes. A nivel interno, se produce una mejora directa en la calidad de vida de las personas trabajadoras, que ven reducido el tiempo y el estrés asociado a sus trayectos diarios. Y, en el entorno urbano, se contribuye a descongestionar el tráfico, reducir la contaminación y hacer las ciudades más habitables.

¿Cómo abordamos los PMST desde Impulso by Pons?

Desde Impulso by Pons aplicamos una metodología basada en cinco etapas que garantizan un diseño realista, participativo y alineado con los objetivos de cada organización. Todo comienza con la implicación de la dirección y la definición de prioridades estratégicas. A partir de ahí, se realiza un proceso de recogida de información que incluye encuestas a la plantilla y análisis técnico de los flujos de desplazamiento. Con esos datos, elaboramos un diagnóstico preciso que permite diseñar un plan con medidas adaptadas, objetivos medibles e indicadores de seguimiento. Finalmente, acompañamos la implantación de las medidas, el seguimiento de resultados y la comunicación interna de los avances.

En este camino, la tecnología es una aliada fundamental. Disponemos de herramientas digitales que simplifican la gestión de datos, la visualización de indicadores y la toma de decisiones en tiempo real. También aplicamos soluciones de movilidad compartida, gestión de lanzaderas, sistemas de incentivos o control de accesos, siempre adaptadas a las necesidades y recursos disponibles.

Los contenidos de un PMST varían en función del contexto de cada organización, pero suelen incluir acciones relacionadas con el fomento del transporte colectivo, la promoción de la bicicleta, el uso compartido de vehículo privado, la flexibilidad horaria, el teletrabajo, la formación en seguridad vial o la mejora de infraestructuras de acceso. La clave está en combinar medidas realistas con un enfoque participativo que garantice su aceptación y sostenibilidad a largo plazo.

Además, existen oportunidades de financiación pública que facilitan la puesta en marcha de estas estrategias. Administraciones como el IDAE a nivel estatal, el Gobierno de Navarra o la ATM de Barcelona han impulsado programas de ayudas para cubrir parte de los costes asociados a los PMST, desde su redacción técnica hasta la implantación de medidas concretas. En Impulso by Pons ofrecemos también asesoramiento para identificar y tramitar estas subvenciones de forma eficaz.

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